Tras un tiempo siguiendo en la sombra a la Asociación de Mujeres en el Sector Público y a varias de sus asociadas a través de las Redes Sociales, a comienzos del año 2021 decidí dar el paso de asociarme. Como feminista, no podía dejar pasar la oportunidad de unirme a un grupo de mujeres comprometidas que contribuyen a la consecución de un objetivo en el que creo firmemente: la igualdad.
Hoy, trascurridos varios meses desde que adoptara aquella decisión, me gustaría compartir algunas reflexiones acerca de lo que ha supuesto para mí formar parte de esta red de mujeres. Asimismo, quisiera que este post sirviera para poner de relieve el importante papel que cumplen las redes de mujeres.
Varias compañeras antes que yo han explicado las diversas situaciones que han vivido por razón de su género, no es necesario entrar en detalles. Compartir estas vivencias a través de espacios comunes como los conversatorios organizados por el grupo de liderazgo ha sido una experiencia de gran ayuda, porque la creación de estos entornos genera mejores condiciones para sobreponerse a escenas que en mayor o menor medida todas hemos vivido. Sin lugar a dudas puedo decir que, en mi caso, han contribuido a fortalecer estrategias de prevención de las mismas y a construir fuertes alianzas con aquellas que han transitado sendas parecidas.
Lo que no se ve no existe
Por otro lado, debo poner en valor el trabajo dirigido a visibilizar el talento femenino. Lo que no se ve no existe, y en los tiempos que corren, no podemos permitirnos desaprovechar el talento y las oportunidades de conocer el mismo. Aquí he podido sentir la sororidad entre las compañeras emergiendo gracias a distintitas actuaciones como publicaciones en RR.SS, citas bibliográficas con nombres completos, búsquedas de referentes femeninas… En definitiva, he visto como entre todas se ha creado una plataforma, un altavoz que está poniendo bajo la luz gran parte del trabajo que desempeñan muchas mujeres en el día a día.
Debo hacer mención especial a las compañeras del Comité Territorial de Euskadi. Tener la posibilidad de conocer de cerca a este grupo de mujeres ha sido una dosis extra de motivación para el desempeño de mis funciones como empleada pública, porque todas ellas contagian su pasión por lo público. Ellas me han enseñado que una Administración Pública del siglo XXI es posible, que más allá de tópicos y estereotipos hay otras maneras de estar en lo público y que juntas somos mucho más.
No debemos desaprovechar el potencial que nos ofrecen las redes de mujeres. @goizargih nos lo cuenta en el blog de #mujeresSPClick to PostDel mismo modo, a diario veo la dedicación y el esfuerzo de las mujeres que trabajan junto a mí, y pienso que, si el talento de cada una de ellas se une y articula en una red, el resultado de la suma tiene que ser la generación de un valor espectacular para todo el colectivo. Porque, además, la pertenencia a esta colectividad ayuda a que nos creamos de verdad el talento del que somos dueñas, y a demostrarlo sin miedo a los juicios. Estos últimos meses me han demostrado que formar parte de un grupo basado en el encuentro entre iguales, en el que la palabra de todas tiene fiabilidad sin cuestionamientos, supone contar con un respaldo que promueve abandonar la sombra y salir al sol.
Ligado con lo anterior, hace unos días leía un artículo de CIVIO que arrojaba datos acerca de las desigualdades en la ocupación de altos cargos https://civio.es/quien-manda/2021/10/23/brecha-de-genero-de-los-altos-cargos/ De acuerdo con esos datos, De los 740 altos cargos estatales en activo a 31 de junio, solo 243, un 33%, son mujeres. Lo dicen los datos: la Ley de Igualdad tampoco se cumple en el sector público.
Fuente: CIVIO
Ante este contexto, es fundamental impulsar procesos de creación de redes como la tejida por AMSP. Desde mi experiencia puedo decir que pertenecer a este foro de generación de sinergias en el que he podido conectar con mujeres de distintos ámbitos territoriales y sectoriales para compartir conocimientos y experiencias, me está sirviendo para recorrer un camino lleno de aprendizaje en el que también espero estar dejando una huella que resulte de utilidad a la comunidad.
Así que, cuando me preguntan para qué sirven las redes de mujeres o para qué necesitamos este tipo de asociaciones en el sector público donde ya somos iguales, respondo que, en el actual contexto, sería imperdonable permitirnos desaprovechar el enorme potencial transformador que nos ofrecen las redes de mujeres.
Y por todo esto, termino animando a todas aquellas mujeres que trabajan en el sector público a dar el paso de unirse a la AMSP. Todavía tenemos un largo camino por recorrer, y será mucho más fácil y enriquecedor transitarlo si lo caminamos juntas. Ahora más que nunca es el momento de valernos de herramientas que desplieguen nuestra capacidad de trasformar y crear otras maneras de hacer Administración Pública, para las que estamos, para las que vendrán y para el conjunto de la sociedad.
Goizargi Hernando Alonso
CT-Euskadi
Jefa del Servicio de Tributos sobre Actividades y Multas del Ayuntamiento de Bilbao
Muchas gracias por estas reflexiones, Aunque parezca, como bien dices, que la igualdad en la administración pública es algo de facto, no lo es en absoluto. Posts como este son los que me han hecho decidirme a asociarme. Enhorabuena por el trabajo que haceis!!
Nos alegra tenerte en la asociación, Marta. #JuntasSomosMás