Querida Culpa:
Hemos escrito ya mucho sobre ti. Quizá demasiado. La teoría nos la sabemos ya todas y todos.
Tú, nuestra querida Culpa, nos limitas personal y profesionalmente.
Como recordarás el año pasado me puse dos objetivos, echarte de mi vida e ir al gimnasio.
Ir al gimnasio he ido, no todo lo que me gustaría, pero he ido. Pero a ti, a ti no te he echado ni un minuto. Me has acompañado a las reuniones y cuando me he ido de las reuniones, te has venido al parque con mi pequeño y cuando he decidido quedarme en casa, no te has despegado de mí en ningún congreso recordándome la lista de “ponencias” que daban en mi casa mientras yo estaba allí. Y así un largo etcétera.
Por eso, este año, mi querida Culpa, no voy a echarte, voy a entrenarte. Porque parece que se me da mejor lo del gimnasio y además está de moda.
Voy a hacer pesas contigo cada vez que me caiga como una losa decidir ir a un curso de formación. Haremos pilates juntas, te estiraré tanto que puede que te quiebres. No te vas a perder ninguna clase de zumba cuando salga con mis amigas. Si no te apetece venir puedes quedarte en casa y colaborar con mi pareja en las tareas. Así prácticas mindfulness cuando veas que ellos, sólo por ser ellos, no te conocen tanto como nosotras.
Serás mi foco de trabajo en bodycombat los días que diga alto NO a una reunión fuera de hora. Y me acompañarás a meditación cuando diga SÍ a dedicarme un tiempo.
No te van a faltar deportes de equipo con mis madres de parque, de colegio y con mis compañeras de trabajo y formación. Porque juntas somos más fuertes. Y creo que te vas a quedar en el banquillo. Quizá juegues la prorroga, pero no el partido.
Si echas de menos la naturaleza y desconectar tanto como yo, no te preocupes querida Culpa, a mi pareja y a mí nos encanta el senderismo y juntos escalamos más alto.
No nos vamos a perder ninguna carrera con compromiso social, porque yo no renuncio, como dice mi querida Laura Baena.
Llegarás tan cansada que te dormirás sin decirme nada, y yo dormiré mucho más tranquila.
Porque, ¿sabes, Culpa? Hace unos años me quité la capa de SUPERWOMAN porque estaba cansada de tantos SUPER…GOLPES. No quiero ser SUPER TRABAJADORA, SUPER MADRE, SUPER AMIGA, SUPER COMPAÑERA, SUPER ESPOSA… quiero ser YO. Y cuando tú, querida Culpa, me limitas no me dejas crecer profesionalmente, me obligas a aceptar situaciones que no a elegir decisiones.
Querida Culpa, este año voy a entrenarte. Voy a enseñarte que hay normas y leyes que me pueden ayudar y sólo tengo que usarlas, te voy a demostrar que entrenando podemos romper los techos de cristal, que cuando diga NO es no y cuando elija SÍ es si.
Y cuando te empieces a quedar sin fuerza para seguir y te conviertas en una fina línea me convenceré a mí misma que entrenarte es lo mejor que podemos hacer TODAS y TODOS. Estoy segura que el cambio llegará de dentro hacia fuera.
Hasta siempre, querida Culpa.
¿Y vosotras, #mujeresdelsectorpublico, os animáis a entrenar vuestra Culpa?
CRISTINA LOPEZ UBIERNA
Nace el 3 de junio de 1980, Licenciada en Física y lleva 10 años dedicada al sector de la energía en un organismo dependiente de la Diputación de Burgos, AGENBUR-SODEBUR.
En su trabajo asesora sobre eficiencia energética a la propia Diputación de Burgos, a los municipios de la provincia y a ciudadanía, empresas y organismos que demanden su colaboración.
Anteriormente trabajó en la empresa privada en el sector de la construcción y la ingeniería. Ha escuchado muchas veces que es un sector de hombres pero ella siempre ha pensado que es simplemente un sector técnico que no entiende de género.
Este año entrenaré mi culpa con la tuya y cuando la enseñes que las normas están para ayudar a romper los techos de cristal de nuestra organizació, estaré junto a ti ¡El cambio será desde dentro a afuera ! ¡Enhorabuena!
Gracias Cris por compartir algo que nos pasa a todas.
Juntas somos más fuertes como dices, tenemos que aprender a alejar la culpa y a acercar la alegría. Besos
Gracias Cristina por esta rutina de entrenamiento!!, muchas gracias