El pasado 15 de enero tuve la oportunidad de representar a la Asociación Mujeres en el Sector Público en la mesa de debate “las oportunidades de la transversalidad” dentro de la jornada “la formación continua en la Administración Local Andaluza” organizada por la Federación Andaluza de Municipios y Provincias.
En la misma, dialogamos sobre cómo desde la asociación se podría colaborar o contribuir en los planes de formación de la administración, cuál pensábamos que puede ser nuestra aportación.
La asociación nace con la vocación de sumar y aportar el talento y conocimiento de las empleadas públicas para la mejora y transformación de nuestras instituciones; así que sin duda, una de nuestras acciones es y será colaborar en todo aquello en lo que podamos, aportando valor, soluciones o las herramientas a nuestro alcance.
¿Cómo nos planteamos hacerlo? Estas son nuestras propuestas:
1 CONECTANDO Y VISIBILIZANDO MUJERES EXPERTAS
Repetidamente se argumenta que no es posible la paridad en jornadas, congresos o mesas de debate porque no se encuentran suficientes mujeres expertas en determinados temas. Por ello una de nuestras primeras acciones es la elaboración de una agenda de expertas a disposición de las instituciones para facilitarles la localización y contacto de las profesionales del sector público, dispuestas a participar en acciones formativas o divulgativas sobre sus campos de conocimiento. Igualmente y de forma complementaria, queremos dar visibilidad y difusión a las distintas agendas de expertas ya existentes. Como son, entre otras:
- Agenda de expertas de la Comunidad Valenciana.; creada en colaboración con varias universidades y el Instituto Valenciano de la Mujer.
- Mulleres Expertas Agenda de expertas de Galicia.
- La iniciativa #SiconMujeres; sus impulsoras son la economista Sara de la Rica y las politólogas Sandra León y Berta Barbet.
- Mujeres Expertas de Emakunde – Instituto Vasco de la Mujer.
- Censo de mujeres expertas elaborado por iniciativa de la Asamblea de Mujeres Periodistas de Sevilla con la Asociación de la Prensa de Sevilla.
2 RED DE APRENDIZAJE INFORMAL
Por otra parte la propia asociación constituye un espacio de aprendizaje informal entre pares donde las empleadas públicas comparten e intercambian su conocimiento y se apoyan mutuamente, un foro donde exponer sus puntos de vista en la resolución de los retos y problemas a los que se enfrentan las administraciones públicas.
Herramientas que ya están en funcionamiento son por ejemplo nuestro blog, dónde empleadas públicas publican artículos de opinión sobre su ámbito de conocimiento o expertise profesional. Asimismo, en las redes sociales de la asociación -ya sea LinkedIn, Facebook o Twitter- se puede leer o compartir información de interés no sólo de género, sino también propia de las administraciones públicas.
Aspiramos a que la asociación forme parte del entorno personal de aprendizaje de nuestras socias.
3 SENSIBILIZACIÓN EN MATERIA DE IGUALDAD EN RRSS
Vemos cada día la enorme fuerza y eficacia que tienen las redes sociales a la hora de crear opinión pública. Aprovechando nuestra presencia en redes sociales, una forma de colaboración es la publicación de mensajes de sensibilización en materia de igualdad dentro del ámbito profesional de las administraciones públicas.
Debemos aprovechar la fuerza de la aapp para extender el debate a otras organizaciones y a la sociedad en general, nos recordaba Loreto del Valle en su entrevista en Mujeres en el Sector Público.
4 RECONOCIMIENTO Y VISIBILIDAD DE LAS BUENAS PRÁCTICAS
Recordando aquello de “la palabra convence pero el ejemplo arrastra”, la asociación Mujeres en el Sector Público puede y debe ser un altavoz a través del cual dar visibilidad a las buenas prácticas en materia de igualdad de género desarrolladas en el sector público.
Esto no sólo permite aprender lo que otras personas están haciendo, sino que supone también una forma de reconocimiento público al trabajo “bien hecho” de esos equipos.
Y por último otros dos objetivos que nos planteamos a medio plazo son:
- Apoyar o iniciar estudios sobre la situación actual de la mujer dentro de las Administraciones Públicas.
- Promover y organizar desde la asociación actividades formativas, jornadas y encuentros, seminarios… sobre aquellas materias que nos afecten especialmente a las empleadas públicas.
Un segundo aspecto sobre el que pudimos hablar fue sobre las características del modelo de liderazgo propuesto desde la asociación (siendo éste uno de nuestros objetivos) y cómo creíamos que a través de la formación se puede contribuir a la consecución del mismo.
Para que las administraciones públicas aprovechen todo el talento y potencial del que dispone, esto es, también el de sus empleadas, debemos propiciar un modelo de liderazgo con las siguientes características:
- Necesitamos un liderazgo inspirador, que sirva de estímulo y guía a los equipos.
- Pasar del “ordeno y mando” a estar al servicio de las personas. O como dice Xavier Marcet, la mejor versión de la persona líder es la del liderazgo servidor.
- Que sea ejemplar, así la comunicación de lo que diga será coherente con lo que hace; y en concreto respecto a la igualdad de género, que sea ejemplar en la conciliación, que tome sus decisiones basadas en la meritocracia del equipo (existen diversos estudios que demuestran que con CV ciegos se eligen un mayor porcentaje de mujeres), que diseñe equipos paritarios…
- Humilde, que valore los éxitos del equipo, que esté siempre dispuesto a mejorar, a escuchar, a aprender. También a aprender en materia de perspectiva de género.
- Que apueste por la diversidad e hibridación en los equipos, aspectos que potencian la creatividad y la innovación.
- Un liderazgo que adopte como modelo de gestión el trabajo colaborativo frente a la competencia, para que cada persona desarrolle al máximo su talento.
- Y por concluir, necesitamos un liderazgo capaz de potenciar el riesgo responsable.
En muchos de estos aspectos -por socialización de género- las mujeres en general nos manejamos bien. Por el contrario, nuestra autoexigencia y falta de confianza (también consecuencia de la socialización, que no nos educa en la valentía) actúan de freno a la hora de posicionarnos como referente en materias de las que somos expertas, o como lideresas en equipos de trabajo.
Sin duda la formación tiene un importante papel a la hora de capacitar a las empleadas y empleados públicos en estas competencias y habilidades.
Además de la propia formación en materia de igualdad de género, la adquisición de habilidades directivas, la participación en comunidades de prácticas, el mentoring… son herramientas con un enorme potencial para empoderarnos a las empleadas públicas, sacudir inseguridades y romper los techos de cristal que nos ponemos nosotras mismas, pero también para ayudar a los compañeros a vernos como iguales profesionalmente, a valorar nuestro conocimiento y propuestas sin tener en cuenta el género.
Las empleadas públicas necesitamos salir de la base de la pirámide para estar en todos los niveles de la administración. En un momento de plena de transformación de la sociedad y por tanto del sector público, no podemos permitirnos dejar la mitad de nuestro talento -el talento femenino- sin explotar, ni quedarnos las mujeres fuera de los espacios donde se decide el futuro de las administraciones públicas.
Artículo escrito por Ana Báez, secretaria de la Asociación de Mujeres en el Sector Público.
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