20/04/2020
5 min 
Vivimos tiempos confusos, convulsos y de cambio. Lo que llega será complicado de resolver, se avecinan tiempos de crisis.
Sin embargo, las crisis de todo tipo llevan aparejada una oportunidad. Pueden ser el punto de inflexión para revisar patrones, pautas y modelos. Se corre el riesgo de que si la revisión es conservadora se puedan acentuar los desequilibrios y los anteriores errores.
Tenemos fresca en la memoria la situación vivida a partir de 2007. De ella aprendimos que las mujeres padecemos las crisis con especial virulencia. Desde una perspectiva de género, pudimos apreciar cuatro aspectos de la crisis que nos afectaron especialmente: su impacto en el empleo, tanto formal como informal; en la salud, incluyendo la violencia de género; en la pobreza y la migración; y su impacto en el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado. Estos aspectos se combinan de modo que inciden de forma más importante en la calidad de vida de las mujeres.
Las crisis nos afectan más a nosotras.
Y es que si ya de partida tenemos una situación anterior de desventaja las medidas restrictivas que se planteen de forma general a toda la población perpetuarán ese desequilibrio. Y por otro lado por ser las que nos ocupamos en mayor medida de los cuidados de las personas y en momentos de revisión presupuestaria las acciones que promueven el cuidado se revisan, se recortan, y ahí recae de nuevo sobre las cuidadoras principales un mayor peso.
Las crisis nos afectan más a nosotras. Y es que si ya de partida tenemos una situación anterior de desventaja las medidas restrictivas que se planteen de forma general a toda la población perpetuarán ese desequilibrio.Click to PostY como tenemos fresco en la memoria el precio pagado en una crisis reciente propongo desde aquí que nos rearmemos y nos posicionemos ante lo que viene.
La desigualdad es socialmente injusta y además es económicamente ineficiente. En este momento que nos toca vivir tenemos una población femenina altamente formada que constituye un importante capital humano y por supuesto un activo económico.
PORPONGO TEJER REDES, AÚN MÁS FUERTES
La propuesta que lanzo es tejer de modo aún más firme nuestras redes, las de las mujeres. En nuestro caso las de las Mujeres del Sector Público. Nuestro talento, nuestros conocimientos y nuestra unión nos hacen más fuertes y más visibles.
Si nuestra Asociación siempre ha sido necesaria, es en estos momentos cuando cobra aún más valor.
La propuesta que lanzo es tejer de modo aún más firme nuestras redes, las de las mujeres. En nuestro caso las de las #MujeresSP. Nuestro talento, nuestros conocimientos y nuestra unión nos hacen más fuertes y más visibles.Click to PostCada una de nosotras en nuestro espacio de influencia, de trabajo o personal tenemos una labor clave de agentes de transformación de la realidad para que los desequilibrios y las injusticias puedan cambiar. Juntas la fuerza del cambio se plantea más firme, más determinante. Tejer redes de colaboración nos provee de una fortaleza mucho mayor.
El pasado 20 de febrero tuve el privilegio de participar en la presentación de la Asociación de Mujeres en el Sector Público en Granada donde expuse las 10 razones por las que creo que las redes de mujeres son claves como agentes de transformación en favor de la igualdad.
Nuestras redes, las que seamos capaces de forjar:
- Facilitarán la comunicación y la relación entre las profesionales.
- Contribuirán a la difusión del conocimiento de nuestro trabajo porque la unión de todos nuestros canales de transmisión son una poderosa herramienta de conocimiento y de influencia.
- Nos permitirán conocer a otras mujeres que tienen nuestras mismas inquietudes, dudas e inseguridades.
- Facilitarán el aprendizaje de otras creando redes de nos permitan resolver incertidumbres en un espacio de confianza mutua.
- Tenderán puentes y crearán vínculos que nos reforzarán en nuestros respectivos espacios.
- Ayudarán a deconstruir prejuicios como que somos rivales entre nosotras.
- Contribuirán a mitigar los sentimientos de soledad ante las dificultades porque la red nos sostendrá.
- Permitirán conocer los proyectos de otras mujeres lo que resultará inspirador para poder fraguar tu propio proyecto personal.
- Mitigarán el lastrante síndrome de impostoras.
- Aumentarán nuestro empoderamiento, el de cada una y el de todas juntas.
Estas razones, y probablemente muchas otras que podamos plantear, nos deben empujar a unir esfuerzos en favor de la construcción de una sociedad mejor en cualquier momento, y mucho más ahora.
Las redes que seamos capaces de tejer nos permiten a cada una mejorar y a la sociedad poder aprovechar nuestro caudal de propuestas y nuestro talento.
La crisis derivada de la situación que estamos viviendo requerirá grandes esfuerzos, de todas y de todos. Esta crisis puede ser una oportunidad para forjar un futuro más igualitario y sostenible donde las capacidades del conjunto de la sociedad son necesarias. Por esa razón, como siempre, pero ahora más que nunca, no es posible prescindir del compromiso de más de la mitad de la población.
Estamos dispuestas.
Silvia Muñoz Pérez
Técnica de Comunicación en la Diputación de Granada
https://www.linkedin.com/in/silviamuñoz/
Excelente e inspiradora reflexión. Vamos a trabajar para fortalecer esas redes!