De lo que se habló en el IV Congreso de Mujeres en el Sector Público

El pasado 17 de junio fue el IV Congreso de Mujeres en el Sector Público. Todas las que formamos parte de la asociación o las que, de una manera u otra siguen sus pasos, esperábamos esa fecha por diversos motivos.

La tan deseada desvirtualización. Ese momento mágico en el que puedes tocar y hablar, sin pausas interminables, con las personas que has conocido a través de la Asociación. O, como me pasó a mí, personas a las que sigues en redes sociales incluso antes de formar la Asociación y a la que te acercas hasta con miedo, cual groupi a punto de tocar a su ídolo.
El aprendizaje. Las mesas de debate, el intercambio de experiencias profesionales y personales en el café y en cualquier cruce de pasillo, la calidad de las ponentes… en definitiva, todo lo necesario para aplicar en nuestros respectivos puestos de trabajo e incluso, enriquecer nuestra vida personal.
La creación de redes. Las redes entre mujeres, entre compañeras de una Administración pública que han adoptado conceptos ya míticos como #pasionporlopublico o #networking. En mi caso, las ganas de conocer a la primera persona que me habló de la importancia de las redes entre mujeres y que, como pude comprobar ese mismo día, no desperdicia ni un momento para recordarlo y, sobre todo, para aplicarlo. Su frase “Chicas ¿qué podemos hacer para que la gente se conozca?” es para mí, un buen ejemplo de su espíritu (y cómo me gusta que una compañera me diga “chica” ¡¡a mi edad!!)

Durante el IV Congreso de Mujeres en el Sector Público se habló y se aportaron datos de las mujeres en las carreras STEM, de los gráficos de tijera, de los techos de cristal, suelos pegajosos y otras dificultades ligadas a estereotipos de género que solemos encontrarnos en la Administración Pública. En los debates y especialmente, en el pasilleo, recordábamos alguna de esas experiencias o bien, que la falta de ella es ya un elemento a tener en cuenta (¡y motivo de celebración!). Además, se aportaron soluciones, propuestas de mejora, e incluso conocimos iniciativas nacionales y regionales para la creación de redes y el empoderamiento de las mujeres en el ámbito STEM. Y, lo que a muchas nos rondó en la cabeza durante el viaje de vuelta, fueron las incertidumbres planteadas por las ponentes sobre el futuro que nos espera si las mujeres no participamos en el desarrollo de la inteligencia artificial en la Administración Pública o, si no apostamos por un nuevo liderazgo.

El Congreso fue tan enriquecedor y motivador que desde el primer momento se nos planteó la cuestión, que superaba su propio programa, de porqué las juristas y filólogas tienen un papel esencial en la inteligencia artificial para la Administración. Siempre que ésta se entienda más allá de un chatbot para, guiada por la transparencia y la ética, permita mejorar los Servicios públicos sin sesgos de género, ni generacionales. Es pasar de una Administración reactiva, a proactiva. ¿Quién puede quedar apartado de este objetivo? Sin duda, nadie.

También hubo hueco para presentar un nuevo proyecto de la Asociación, mentoría #mujeresSP, del que puedes leer más aquí https://mujeresenelsectorpublico.com/programamentoria/

De todo esto y mucho más, se habló en el IV Congreso de Mujeres en el Sector Público, pero, sobre todo, se habló de igualdad real, de un nuevo liderazgo alejado del presencialismo per se, del ansiado teletrabajo, de la evaluación por objetivos y de la mejora de continua. Y una cuestión que se repitió en varias ocasiones por diferentes ponentes “sin los hombres que forman la Administración, no conseguiremos nada”. Así que, compañero, súmate a este proyecto ilusionante y empieza a preparar las maletas para el V Congreso de Mujeres en el Sector Público. Tendremos mucho más que contarte.